lunes, 20 de diciembre de 2010

Otro

Si un día me matan en un confuso tiroteo o aparece mi cuerpo flotando
en el riachuelo pregunten por “La Pitón”, aquí en Ortúzar.
Ella lo sabe todo, siempre.
Pero si aparezco suicidado o en su defecto muerto en combate
ahí deberán hablar con “La Ardilla”, culminante cajetilla del Dock,
gran presencia escénica.
El rumor que indica que moriré de viejo no tiene asidero porque esa etapa ya la pasé. Ni el hambre, las adicciones o la mismísima cruz podrán darme
la estocada final. Soy torazo en rodeo ajeno y torito en Mataderos (que develó a la huesuda con un piñazo soñado)
Voy a morir, como cualquier cristiano, de un mal menor que algunos llaman
olvido y otros
brujo amor.

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