domingo, 24 de enero de 2010

Monroe y Triunvirato

Estaba bostezando en una esquina
cuando de la nada apareciste vos
-Buen dìa_ me dijiste- ¿Tenès fuego?
Y yo sin titubeos charla y fuego te ofrecì:


El capital viene arrastrando sangre y lodo
¿Còmo escribir una canciòn?
Nacì en la Siberia, crecì cerca de todo
y ahora ante tus ojos, la desolaciòn.

Conjura de los àridos andenes
amar no es privilegio del amor.
“Gracias” balbuceàs y con desgano
pitàs tu cigarrillo bajo el sol.

En la noche que avanza imperceptible
mis huesos ateos persignan tu garganta
el rocìo de tu lengua me atraganta
porque estàs tornàndote invisible.

Versos que se apagan con el viento de la historia
dedos que percuten el ardid de un bandoneòn
ella y su tormenta sellaron la memoria
de un tanguito rante, sin trama y sin patròn.

1 comentario:

nalpas dijo...

que bueno en la voz de don Edmundo!!