jueves, 22 de enero de 2009

oda inconclusa al tiempo en fuga

Son las 9 de la mañana de un dìa cualquiera en cualquier lugar
sin embargo estoy sentado bajo la parra en mi casa de Villa
Urquiza esperando que pase el botellero
para venderle unos pocos diarios viejos.
Soy un espìritu que viene atravesando la vaga nube del tiempo
con la luz guajira de la noche como ùnica señal.

Ahora me detuve un instante a descansar en la cueva desierta
he visto en el camino
a las tejedoras
bordar redes azules parturientas

todavìa no he nacido para esa hermosa mujer que canta
en la oscuridad
llevo conmigo un poco de agua y algo de sal
me creas o no
apenas estoy de paso, compañera.

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